Manuel y Sofía se dieron cuenta de que esta cabaña sería un auténtico refugio para ellos. A él le gusta esquiar y a ella caminar por el Valle de Arán. Sintieron que era muy íntima para dos y acogedora y divertida para la familia y amigos. “Recuperaron y mimaron, pero también demolieron y abrieron paso a la luz y a una mejor distribución”, cuenta la decoradora Carmen Caubet, que ayudó con el gran cambio a sus propietarios y pasaron de una casa oscura y mal aprovechada a un auténtico refugio creado con amor.

El refugio perfecto – Butaca y Reposapiés Avis & Taburete Luxor de Crearte Collections.

Edición 177