Para convivir en armonía los gustos de Sofía y los de su familia, y llegar a un pacto decorativo, la interiorista Jeanette Trensig, de Cado, hizo de mediadora. “Buscaban un aire cálido, pero no femenino. El único sitio con un toque más dulce y romántico ha sido en la habitación principal. El resto de la casa tiene una atmósfera sobria, pero audaz”, explica Trensig. “El salón es muy atrevido, de un gris oscuro, casi negro que impacta a los recién llegados” prosigue la decoradora. No han dejado nada de la vivienda original (salvo las puertas del salón de roble natural). Sofía, una apasionada del arte y de la restauración, ha lijado, decapado y recuperado muchas piezas preciosas. De hecho, tanto ella como su marido aportaron grandes ideas en el proyecto. “Como “amateur”, sientes cierta inseguridad cuando cuentas tus ideas a un profesional, pero Jeanette las ratificaba, las hacía realidad y les daba ese toque tan suyo”, añade la propietaria.

Encanto señorial – Butaca y Reposapiés Bourbon de Crearte Collections.

Edición 668 – 1