Los detalles significan grandes obras. En las veinticinco hectáreas de la finca autosuficiente de Mezo, una pareja apegada a cada fracción de su territorio ha desarrollado este lugar híbrido, íntimo y abierto a la convivencia. Admirablemente renovado por Guillaume Surget, de la agencia Antak, especializada en la restauración de monumentos históricos, el castillo y el gran invernadero contiguo han recuperado todos sus bienes, con el deseo de vivir lo más cerca posible de la naturaleza.

La buena vida – Sofá Regento Chill de Crearte Collections.

Edición 168